Inaugurado el 31 de mayo de 1808, fue el primer panteón de la ciudad ya que anteriormente los entierros se realizaban en alguna de las distintas iglesias. |
Pasaron
las horas y seguía transitando apreciando las esculturas que adornaba los
distintos sitios, era delirante como uno podría pasarse el tiempo caminando
tanto observando tumbas y admirándolas, resalta mas el calificativo de museo
que el de cementerio, ya que el sitio es una obra de arte que aun vive a pesar
de que alberga difuntos.
Ya
al caer la noche decidí retirarme porque el lugar cambiaba a un estado más
tenebroso, las esculturas se tornaban tétricas por las sombras que le daba la
noche, el aire era más frio, se empezaba a despertar la parte que lo
caracteriza por ser un cementerio, pero la experiencia fue muy estimulante a tal punto de querer volver y saber que aún falta mucho por saber de este lugar sacramental.
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